sábado, noviembre 01, 2008

SOMOS FALANGISTAS Y ESO SOMOS

Húsar de la Reina.

Santos laicos, si; pero acaso convenga especificar que en la primera
acepción de la RAE, porque con el batiburrillo arrevoltijado del
zapalaicismo, o el laicipaterismo, los tontos del mundo, -que desde Cicerón
sabemos que alcanzan un numero infinito-, han aumentado vertiginosamente, si
no de número, cosa imposible al ser infinito, si en calidad. Esto es, que
los tontos son cada día más tontos, y los que no lo son mucho hacen un
máster para estar a la moda, lo que nos lleva a que los susodichos tontos
piensen que laicismo es tirarle piedras a los curas, quemar las iglesias y
transgredir porque sí los Mandamientos, que son tanto de la Ley de Dios como
de la Ley Natural. Esa cosa, tan poco tolerante y dialogante, que por
ejemplo impide a dos machos tener hijos entre si, por muchos zerolos que se
hagan.

Se me ocurre que el "modo de ser" falangista está bien definido en la
denostada frase de "mitad monjes, mitad soldados". Mitad de monje, porque
amar a la Patria es amar a Dios -que nos la dió- y al prójimo -que la
comparte-; y ansiar la Justicia es desear que cada cual tengo lo que le
corresponde, y si con la justicia no llega, ahí tenemos la caridad. Caridad
que no es darle billetes a un sinvergüenza oenegero, sino partir con el
hermano el techo y el plato, y el par de guantes, de modo que cada uno
llevemos una mano en el bolsillo y la otra fuera, lista para el apretón, el
abrazo, el saludo o la colleja a quien lo haya menester.

Y mitad soldado, porque el monje puede poner la otra mejilla, que es suya;
pero el soldado no puede poner la mejilla de la Patria, porque es de todos.
Los que están, los que estuvieron y los que estarán.

También se me ocurre que, en el fondo, esta definición de monje soldado no
es más que la fórmula educada, caballerosa, de la sabiduría popular: "a Dios
rogando y con el mazo dando".

EL RECTOR RAFAEL