jueves, julio 06, 2006

ELOGIO A UN FALANGISTA

Avive el seso el futuro Licenciado en Falange(s) y despierte al hecho cierto de que las buenas gentes, aún en el trance de agradecer, no dudarán en aplicarte lo que creen un insulto: Fascista. Pedazo de Fascista.

Entonces, ¿por qué esta facultad reproduce este raro elogio a Gustavo Morales? Un falangista ya formado no lo dudaría ni un segundo: Es que el escritor de este texto en el Foro de Intereconomía, quizá no ignorándolo, se rinde a lo que desde José Antonio llamamos "Estilo", ese no sé qué de entereza, justicia incluso con los enemigos jurados, inquebrantable limpieza del pensamiento y del juicio, reconocimiento del hombre como ser respetable y digno, y fe inquebrantable.

Por eso el elogio a Gustavo Morales, que gasta camisa negra cuando no la azul y que es buen jefe de los jefes, nos aprovecha a todos y habla -sabiéndolo o no el autor- de todos nosotros, o al menos de los Rectores de esta facultad, gente que, de uno en uno, vale un Potosí, y, juntos, el alto y silencioso honor de la lealtad.

Tome nota el educando: el buen falangista es de buen pasar. Es amigo de todos, salvo que se ataquen el honor y la dignidad de la Patria y tiene una infinita capacidad para aguantar el tipo, tanto en llano como en montaña.

Con esto en la mente, lea ya el elogio, que se equivoca en algo fundamental: Dice "pensará como piense pero..." No es eso, no es eso: Creerá en lo que crea. Ahí está la clave. La fe en España del Falangista nace con su nombre: FE, buscado así por el fundador. "Un nombre que, unido, signifique FE". Y fue Falange Española.

El Trosko

Es la única persona que conozco que políticamente se define con un insulto: fascista. Pensará como piense pero nadie que haya trabajado a sus órdenes podrá decir que Gustavo Morales, el Trosko, le ha movido una coma. Eso sí, si quedas con él a tomar algo no se te ocurra llegar tarde: puedes pasar la noche en el Manzanares con un bloque de cemento por zapatos. El tipo es tan generoso que siempre se está en deuda con él. Le debo una cena y mi primer artículo en prensa, que me publicó con honores de tercerista de Abc, sin co n o c e r n o s de antes, cuando todavía no se habían borrado de mi frente los rastros penosos del acné.
Gonzalo Altozano

Aprovechamiento:

Mucha y a la vez poca deuda es. Este Rector Específico, llamado Arturo, le debe una comida, una lealtad más allá de la idea, una amistad conservada entre distancias y la convicción de que se trata de un hombre capaz, honrado, leal y decidido, entre otras cosas.

Si Gustavo Morales es fascita, yo, también. Si Gustavo es hijo de la España incansable, yo también. Si Gustavo no olvida ni un instante su condición, yo, también, gracias a él en muchísimos casos. Si Gustavo piensa en la justicia inaplazable, yo también. Si Gustavo quema su vida en el servicio de España, yo también quisiera. Si Gustavo se siente libre bajo el azul, el rojo y el negro, tambien yo.

Si Gustavo es Liberal, yo tampoco. Y si Gustavo fuera socialista, yo me lo pensaría.

Sin conocerme me abrió la cuenta enorme de su amistad. Y más: conociéndome siguió amigo. Aquí, a mi lado, tengo uno de sus libros: De la protesta a la propuesta. Dedicado. Búsquelo el educando y absorba tanta idea en alto.

Y, si alguna vez la fe parece que se le vaya a quebrar, pida ayuda a Gustavo Morales, un hombre generoso de alma y de hechos.

Así que, como cumple, gracias a quien ha dirigido a Gustavo Morales las palabras que se han reproducido:

Gonzalo Altozano, amigo.

Gustavo te hablará un día de la Patria de mies y de oro y de lo que sucede en las almas cuando la tierra de España se vuelve pan y amor y sabes que, de tus palabras, como en una canción, nacen escuadras aladas. Ingrávidas. Cordiales. Escuadras como un vuelo de flechas rojas.

El Rector Específico Trosky el Terrible, Agradecido en nombre de tantos.